Sumisa y a la vez, retadora acepta mi juego. No por amor si no por su placer personal : el de sorprenderme. Ella acepta las cuerdas de cuero sobre su cuerpo, porque en ellas su alma se siente libre. Cuando acepta mis perversiones se siente libre y segura renegando de mi amor M.P
Poesía, Música, Diseño, Pensamientos y siempre algo más.